sábado, 3 de enero de 2009

Hasta que la muerte nos separe

Autora: Sweet Dreams

Descripción: Una mujer descubre una cruel verdad acerca de su novio...el mismo día de su boda.

Miro por la ventana, y me percato de lo bella que es la noche, la clara luz de la luna brilla aun más por la oscuridad y las estrellas resaltan cual luceros en una noche de tempestad.

De repente sin saber por que motivo me levanto de mi lecho, y comienzo a caminar hacia la gran ventana por la que entraba la extraña mezcla de luz y oscuridad, la abrí y me recargue en el gran barandal que protege, hace frío pero la verdad no me importa, ya no siento, ya no respiro, simplemente ya no vivo.

Todo comenzó hace un año aproximadamente, ya no recuerdo muy bien, solo recuerdo una traición, mucho dolor, y el ferviente deseo de venganza.
Era el día de mi boda y estaba muy nerviosa, lo habíamos planeado desde hacia dos años, y al parecer éramos demasiado jóvenes, pues solo teníamos 18 años, no se ya no recuerdo bien. Yo había entrado a la capilla a rezar un poco, creo que era muy religiosa, el caso es que cuando termine camine hacía el pequeño cuarto que me asignaron para terminar de alistarme, afuera me esperaban mis damas con cara de preocupación, poco a poco conforme me iba acercando escuche sonidos raros, poco a poco los fui distinguiendo y mi rostro se fue llenando de preocupación, pues antes de tocar el manojo de la puerta, yo ya sabía lo que encontraría atrás de ella. Y al abrirla fue justamente lo que encontré, mi amiga estaba con mi prometido, encima de mi velo de novia. Salí corriendo, sin mirar atrás, jure no mirar atrás, me siguió mi prometido y cuando por fin me alcanzo solo lo mire a los ojos y le dije que los dos arderían y me implorarían perdón. Esa noche no dormí, planee la venganza de tal manera que ardieran.

A la mañana siguiente compre un boleto de avión con destino a no se donde, y compre algunas cosas que necesitaría, les dije secamente que quería hablar con los dos y que fueran puntuales. Y así fue, les pedí subiéramos a mi auto, también les pedí que subieran mis maletas, y fuimos a una cabaña que tenía mi padre en el bosque, en medio de la nada. Al llegar bajamos las cosas de mi auto, ellos no hablaron en todo el camino, se miraban desconcertados mientras yo hablaba con mucha naturalidad, como si nada hubiera ocurrido.

Al bajar prepare algo de chocolate caliente pues hacía mucho frío, ellos no se dieron cuenta pues encendían la chimenea, coloque somníferos en sus bebidas, hizo efecto mas rápido de lo que esperaba. Cuando por fin cayeron, los desvestí a los dos, la chimenea ya ardía, cuando por fin despertaron, me miraron con ojos de miedo, fue tal como yo lo esperaba. Me acerque lentamente a ellos que me miraban con desconcierto, primero me acerque a el y lo bese con ternura y pasión, su piel estaba erizada a causa del frío, ella solo me miro y deseo matarme con la mirada, lastima, si ella no murió así yo tampoco podría hacerlo. Saque unos instrumentos especiales, para el fin que iba a darles, primero le toco a ella, me puse unos guates quirúrgicos, tome el alcohol y limpie muy cuidadosamente el bisturí, entonces comencé a hacerle pequeñas cortadas en todo el cuerpo, ella me pedía e imploraba que me detuviera. El me miraba con terror, pero ya era muy tarde para detenerme, continúe con mi tarea y cuando creí haber terminado, la pase a una gran tina que había en el baño, todo esto cuidando que el fuera el espectador en primera fila. Comencé a llenarla con agua muy helada, ella suplicaba, y yo reía silenciosamente, después de que dejaron de sangrar sus heridas, comencé a rociarla con alcohol, ella gritaba y se retorcía, yo disfrutaba demasiado aquella escena tan sádica. Por fin dejo de retorcerse, más bien creo yo que se desmayo del dolor, la verdad no me importa. Seguía el, el maldito de quien estaba enamorada. Primero platique con el, hasta que la infeliz se despertó, yo le sonreí la senté de nuevo en la silla, y amordace su boca, el me miraba lleno de terror, esperando lo peor, y así era, le esperaba lo peor, lo mire a los ojos, y lo golpee con fuerza, sus ojos estaban llorosos apenas y escuche salir de sus labios una suplica, cuando tome el bisturi sus ojos me miraron pidiendo perdón pero ya era tarde, lo tome y comencé a acuchillarlo con fuerza gritaba y chillaba que me detuviera, pero simplemente era demasiado delicioso para parar ahora. Entonces a el ni siquiera lo sumergí en agua helada, comencé a rosearlo con gasolina. Espere a que la chimenea se apagara, y cuando sucedió puse algo de agua hay, quería disfrutar esto al máximo, no quería que hubiera fuego antes de tiempo. Cuando me asegure de eso, comencé a rosear el piso de la chimenea con gasolina, después la metí en la chimenea con mucho esfuerzo. La rocíe con gasolina y le prendí fuego, ella gritaba demasiado, de repente dejo de hacerlo. Así deje que su cuerpo se quemara hasta que ya no hubo más que cenizas. Las recogí y las metí en una cajita dorada, y le dije que no descansaría en el mismo lugar que su amante. El ya no daba crédito a lo que miraba, era su turno, pero antes de eso lo mire un largo rato a los ojos, poco a poco lo metí en la chimenea, y lo rocíe con gasolina, antes de prenderle fuego volví a besarlo, lo mire a los ojos y le dije que cumplí mi promesa y que ardería.

Encendí un cerillo y lo vi consumirse poco a poco, fue más excitante de lo que había imaginado. Cuando por fin quedaron solo sus cenizas, las recogí y las deposite en una cajita plateada. Recogí todos mis instrumentos, los puse a hervir, y los limpie con alcohol, los puse en su envoltorio. Tome mis maletas y rocíe la cabaña con gasolina y le prendí fuego a mi salida.

Me dirigí a la oficina de correos y les mande una carta a sus familiares, diciéndoles que decidieron irse de viaje, que los disculparan. Envíe esas cartas, y me fui al aeropuerto, tome un vuelo ha España, pues hay seria nuestra luna de miel, entonces tire sus cenizas en el parque que estaba cercano al hotel, después tire las de ella camino Sudamérica, las tire en un río del cual nunca supe su nombre.

Desde entonces soy una nómada, que apenas respira, una nómada que no siente, una nómada que no tiene pasado y que solo recuerda un crimen perfecto pues jamás encontraran los cuerpos de estos malditos que no mataron mi cuerpo, mataron mi alma.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

muy buen cuento me parecio bastante rapido pero interesante , y el final me parece genial , por el echo de que haygan matado su alma.

Anónimo dijo...

Me parecio un cuento interesante, espero ver que han escrito las otras personas en la lista que hay en la pagina.
¿Como hago para unirme por cierto? XD
Nos vemos

Luxuria dijo...

me gustó mucho este blog y este tipo de historias me gustan bastante. Os agrego a mis afiliados para poder seguiros^^